El alma es la vida, y la vida es tiempo, y el tiempo es un pájaro con alas que nunca deja de volar.
Ayer escondí mi reloj y siguió marcando las horas, y hoy, cuando menos me lo espere, deja de ser hoy.
El tiempo es vida, y en mi alma, la vida, son palabras y con las palabras detengo el tiempo.
Guardo en este papel algo más que mis palabras, guardo entre cada letra... sentimientos, mi corazón y mi alma... y los he guardado para ti... la belleza del mundo vive en el corazón de quien lo mira.
Sí, somos demasiado pequeños, insignificantes en un universo infinito, y sin embargo dentro de nuestra alma, en nuestro pequeño corazón, todos tenemos un universo, un universo que compartir.
Yo formo parte del mundo y el mundo vive en mí, llevo en mi interior, entre mi piel, el cielo y el infierno, la luna y el sol, tengo entre mis venas el mar y la arena, la lluvia soñando con el arco iris... sonrisas, caricias... un paraíso de amor.
Tan sólo deseo que entres si quieres en mí, y recorras mi universo que es tuyo, deja que mis palabras te sirvan de guía... abre este libro, y con el silencio de tus ojos, dale voz a este mundo que ahora, vuelve a vivir gracias a ti... porque aunque el tiempo se muera, mi alma vivirá eternamente... mi alma en tu mirada.
Promete el blog con este texto del que mucho me gusta cómo elaboras la idea de macro y micro universo, exterior e interior del mismo yo que escribe y comunica. Un abrazo, Cecilia
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