Al
cruzar la esquina
comienzan
a caminar
los
álamos, los robles
la
alegre encina
junto
al viejo nogal
donde
despierta el bosque…
Solo
se escucha
el
latido del aire
que
al convertirse en viento
enreda
a la luna
en
los brazos de un baile
y
se detiene el tiempo…
Ya
nadie espera,
ni
los pétalos que pierden
su
color en las rosas
ni
la hoja seca
que
ayer de verde
pintaba
las sombras…
Y
en la oscura piedra
que
como manto cubre
la
triste ciudad dormida
los
sueños se quiebran
en
pesadillas que huyen
al
cruzar la esquina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario