En
el césped verde
de
la ladera
de
aquella montaña
que
al atardecer se escapa
hacia
el cielo de color naranja,
canta
el grillo
canciones
sin letra,
sin
rima, con libres versos,
canta
sin pegar voces
al
compás del zumbido
de
las alas de mil moscardones…
Ladra
un perro
en
el horizonte
y
un niño
que
se perdió en el bosque
corre
sin mirar atrás
nervioso,
temblando
bajo
el firmamento lejano
recogiendo
migajas de pan…
Ya
no hay princesas
que
dormidas se queden
esperando
traviesas
a
que el príncipe las bese…
Ya
no hay pócimas
ni
encantos
no
hay final
con
colorín colorado…
Eso
era antes
cuando
las mariposas
entre
las flores volaban,
cuando
la vida
era
un cuento de hadas.
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