sábado, 28 de octubre de 2017

DIARIO DE UN SUPERVIVIENTE

DÍA 6

Ya no existe la noche y el día.
Camino entre una nube de niebla.

He llegado al límite de mi destino, y ahora he de volver, y vuelvo pisando mis huellas, testigos de mi caminar, pues son ellas tan sólo las que conocen el camino de vuelta, son esas fieles migas de pan, que como pulgarcito he dejado. Y creo que vuelvo a casa huyendo del infierno, pensando que regreso al cielo, cuando lo que me espera es otro infierno.

No sé cuántos seguirán aferrados a la esperanza, no sé si yo soy su esperanza, pero esa idea es la única que me lleva a mover con cadencia y sin ritmo mis pies.
No soy más que un eslabón del presente, de la cadena de la evolución, pero ahora, soy yo el que camina, el que respira.

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